Después de querer ir con él a todos lados, oponerme con fiereza a cualquiera de sus decisiones, escuchar sus palabras, tanto si me gustaban como si no, he llegado a una madurez en la que tú y yo podemos hablar de muchas cosas después de haber probado el desierto del silencio. Supongo que siempre hubo la posibilidad de pedirte ayuda y solo ahora soy capaz de darme el permiso para hacerlo. Lo que antes se me quedaba en la garganta atravesado, ahora me sale solo: gracias, papá. Te quiero. Solo era cuestión de tiempo.
viernes, 19 de marzo de 2021
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