martes, 17 de diciembre de 2019

La herida dibuja una sonrisa entre la línea que separa el cielo de la tierra. Una cicatriz no es ya una cicatriz. Su tacto, tierno aún, sabe  que una luz alumbró la oscuridad de mi vientre. Me acuerdo de lo que no me pertenecía porque desapareció así sin más. Estoy mudando de alfabeto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Luces y sombras

 Vivimos en una sociedad fascinada por el alumbrado navideño. La anestesia de lo aparentemente bonito para no mirar el dolor de lo feo y la ...