Siempre te adelantas, me dijiste. Adáptate a lo que ellos esperan; sé buena chica y no te muestres demasiado no sea que se asusten al verte; ama un pasito por detrás de él y haz como que no pero sí. Zambúllete en las aguas pantanosas, oscuras, de las expectativas. Sé tú pero a merced de otro. Yo que cuando abrí aquella puerta y te miré a los ojos, solo pude gritar sí con el alma-un sí que me trajo de vuelta a mi vida-Y, sin embargo, nunca he ido más a tiempo que ahora. Nunca me he querido más que ahora, nunca me he perdonado más que ahora y nunca me he soñado más que ahora. Voy al ritmo de lo que siento aquí y ahora. Y si tus ojos me miraron de lejos no es asunto de mi pisada y si tus hombros no estuvieron a la altura de los míos no fue porque yo fuese pequeña. El certificado de defunción existe, lo he visto, lo he firmado y pago el precio. Se muere lo que no tiene raíz ni da alas. Aquí muere un relación que fue cosa de dos durante un tiempo y ya no lo es. Aquí yace un amor lleno de expectativas que no se cumplieron pero que, a cambio, nos dejó el amor de lo que es. Y, créeme, lo que es nunca se atrasa ni se adelanta.
viernes, 24 de enero de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nunca debí hacer caso a mi madre
De verdad, madre, que no la entiendo. No sé a qué viene ahora el pedirme eso. ¡Que espíe a mi padre! ¿Por qué? ¿Qué cree que va a consegui...
-
La vida está llena de revoluciones, íntimas, pequeñas y cotidianas sin necesidad de empuñar espadas ni ser Juana de Arco. Puedes despertar ...
-
De verdad, madre, que no la entiendo. No sé a qué viene ahora el pedirme eso. ¡Que espíe a mi padre! ¿Por qué? ¿Qué cree que va a consegui...
-
Siéntete pequeña aunque la inmensidad de la vida te habite. Siéntete pequeña porque solo eres hija de, nieta de y no madre ni padre (aun...
No hay comentarios:
Publicar un comentario