domingo, 2 de agosto de 2020

Oasis

El portal tiene solo cinco centímetros de altura pero cuando subes el pie y te plantas arriba, posee toda la profundidad del mundo para caer en él. Y te caes como si de un pozo sin fondo se tratara porque así son los pozos tejidos por el destino, nunca los eliges, son ellos los que te escogen a ti. En la oscuridad en la que te encuentras, la vista no te sirve de mucho y tus ojos son ahora tu corazón. Nadas hasta encontrarte con el oasis de unos brazos que te detienen el tiempo necesario para recordar que todos los oasis son siempre transitorios y, por eso, porque ellos pasarán por ti  y tú no te  quedarás, necesitas disfrutarlos. Solo así tomarás el jugo de lo ya vivido convertido ahora en lo mejor de ti. Solo así tendrá sentido lo que está por venir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Luces y sombras

 Vivimos en una sociedad fascinada por el alumbrado navideño. La anestesia de lo aparentemente bonito para no mirar el dolor de lo feo y la ...