Te parirás con dolor
y el sufrimiento será solo una opción.
Cada contracción alumbrará una pregunta, un dilema.
De nada valdrá que patalees como niña sin juguete.
Una vez llegada hasta aquí, no habrá vuelta atrás.
Sentirás un interrogante entre las tripas y a medida que suba por tu garganta
le encontrarás sabor y olor.
Porque,
¿quién dice que nunca has sido puta cuando vendías tus necesidades al olvido de un amor?
¿quién dice que no has sido una traidora al intentar acallar tu no para pronunciar un sí entecortado, culpable?
¿quién dice que no has sido cobarde al revestir tu tristeza y tu miedo de carita sonriente mientras tu cuerpo, humillado, abandonado yacía inerte entre una falda y una camiseta?
Te parirás con dolor
y después de una pregunta vendrán miles.
Y ya no podrás pararlas.
Empujarán, te empujarán.
Y tendrás que mirarlas
y dejar que te atreviesen la garganta
para poder convertirlas en palabras,
palabras que te devuelvan tu tesoro,
el que con tanto ahínco enterraste.
martes, 12 de noviembre de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nunca debí hacer caso a mi madre
De verdad, madre, que no la entiendo. No sé a qué viene ahora el pedirme eso. ¡Que espíe a mi padre! ¿Por qué? ¿Qué cree que va a consegui...
-
La vida está llena de revoluciones, íntimas, pequeñas y cotidianas sin necesidad de empuñar espadas ni ser Juana de Arco. Puedes despertar ...
-
De verdad, madre, que no la entiendo. No sé a qué viene ahora el pedirme eso. ¡Que espíe a mi padre! ¿Por qué? ¿Qué cree que va a consegui...
-
Siéntete pequeña aunque la inmensidad de la vida te habite. Siéntete pequeña porque solo eres hija de, nieta de y no madre ni padre (aun...
No hay comentarios:
Publicar un comentario