miércoles, 6 de noviembre de 2019

Volvemos
una y otra vez
a la infancia,
lugar del crimen.
Volvemos
para ver lo que no se vio,
para luchar lo que no se luchó,
para matar lo que no se mató,
para sentir lo que jamás se sintió.

Volvemos
hasta que rescatamos a nuestro prisionero
y somos libres para continuar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nunca debí hacer caso a mi madre

 De  verdad, madre, que no la entiendo. No sé a qué viene ahora el pedirme eso. ¡Que espíe a mi padre! ¿Por qué? ¿Qué cree que va a consegui...