Con la luna de otoño
vi por primera vez mi herida
madre.
Yo, hija, te cargo, madre
como la madre de tu madre
por los siglos de los siglos
amén.
El invierno se hizo carne,
sangre de nuestra herida brota
mientras yo, madre, exhausta te reclamo.
Fuiste lo que me diste y lo que no,
lo que yo esperaba y lo que no,
masculina mujer de viento
entre todas las mujeres.
Madre yo te tomo
como a todas las diosas
que en ti habitan.
Tú desde tu herida,
yo con mi cicatriz.
viernes, 25 de octubre de 2019
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